domingo, 7 de septiembre de 2014

EL BLABLÁ QUE BAJO OTROS CIELOS LLAMAN CHÁCHARA



¿La economía avanza a pasos de buey fatigado? No te inquietes... Bachelet - ¿y Alberto Arenas? - encontraron la solución. Verdaderos Bruce Willis de la puñeta económica, van a salvar el mundo...
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La economía chilensis...

Escribe Luis Casado
Un tema recurrente en las últimas semanas tiene que ver con la “desaceleración” de la economía –no oso utilizar la expresión de Bachelet quién en alguna ocasión habló de “lentización”– desaceleración que según más de algún economista exige la adopción de medidas “contra cíclicas”, para no hablar de la restitución de la “confianza”.
Lo mío no va de esconder la pelota, de modo que, prescindiendo de la jerigonza que usan los economistas para pasar “por expertos”, intentaré explicar lo que explico en términos simples.
Bachelet, arropada por un florilegio de ministros, anuncia un plan de reactivación y dinamización de la economía mediante una inversión pública de 500 millones de dólares. Bien. ¿Un pequeño paso para el hombre (en este caso la mujer), pero un paso gigante para la Humanidad? Veamos.
Hace un par de semanas, con el mismo fin –reactivar la economía– la presidente había llamado sus ministros a ejecutar los presupuestos del Estado al 31 de diciembre de este año. En otras palabras, a gastar la plata que debía ser gastada al 31 de diciembre de 2014. ¿Por qué? ¿Acaso no tenían la intención de gastarla? ¿Alguien quería ganarse un premio inventando algún superávit fiscal?
Tal parece que la perogrullada no estimuló mucho la economía porque ahora se trata de invertir 500 millones de dólares más. ¿De dónde salen? Buena pregunta. Los presupuestos generales del Estado, aprobados por el Parlamento en noviembre de cada año, no han sido modificados con una ley rectificativa, herramienta que suelen utilizar otros países. En el presupuesto para el ejercicio en curso hubo 300 millones de dólares de “libre disposición” que este gobierno utilizó para acordarle un bono de 40 mil pesos a algunos millones de hogares en franca necesidad. No queda pues ni una chaucha para acrecentar el gasto público.
El ministro Arenas declara que 250 millones de dólares provendrán de un incremento de la recaudación fiscal como consecuencia de la reforma tributaria. Simple detallito: esa reforma tributaria aún no ha sido aprobada. Su destino en el Congreso es materia de especulación aún en estos días.
Otro detallito: la “lentización” de la economía provocará una reducción de las entradas fiscales del orden de los 1.400 – 1.700 millones de dólares, ¿dónde ve Arenas un incremento de la recaudación?
Si los otros 250 millones de dólares provienen de una reasignación de los presupuestos del Estado no habrá incremento, sino reasignación de recursos, lo que se suele llamar desvestir un santo para vestir otro.
Quedan algunas cuestiones que me incomodan las sinapsis neuronales: la reforma tributaria –que según Alberto Arenas debiese aportar un incremento de la recaudación fiscal de US$ 250 millones en el curso de este año– tenía por objeto principal financiar la reforma de la educación… ¿No?
¿Quiere esto decir que el producto de una reforma tributaria aún no aprobada ya cambió de destino?
Habrá que esperar para ver, porque en este caso hay que guiarse por el lema de POLITIKA: “No escuchéis lo que dicen, Mirad lo que hacen”.
Finalmente, aunque uno crea ciegamente en el efecto multiplicador keynesiano (los economistas entenderán) tengo para mí que pinches US$ 500 millones no resuelven.
Me explico. Inyectarle US$ 500 millones a la economía es ampliamente insuficiente. Y mentiroso: el término ‘inyectarle’ no es muy adecuado visto que previamente se le extraen bajo la forma de impuestos (la mitad), mientras que la otra mitad no hace sino cambiar de destino en sumas ya presupuestadas.
La economía chilena en el año 2014, según las estimaciones que sirvieron a la preparación y a la aprobación de la ley de presupuestos del ejercicio en curso, alcanzará los 300 mil millones de dólares.
‘Inyectarle’ (lo que no es el caso) US$ 500 millones significa agregar un microscópico 0,16 por ciento.
Para fijar las ideas, es como si una persona que gana –y por consiguiente puede gastar– un millón de pesos, recibiese un aumento de mil seiscientos pesos. Como estímulo… se han visto mejores.
En suma, Bachelet se propone acelerar un velero que pesa toneladas agregando, como velamen, un pañuelito de encaje.
Es el tipo de blablá que bajo otros cielos llaman cháchara.


Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesor Tributario Previsional
Presidente Nacional
Presidente Agrupación Santiago
Agrupación Nacional de Ex Soldados Conscriptos
del Servicio Militar Obligatorio (SMO) período 1973-1990
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com

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