domingo, 7 de diciembre de 2014

NAVIDAD











Es época de Navidad. Le rogamos no responder que ya lo sabe. No nos referimos a la tradicional fiesta religiosa transformada en el carnaval del consumismo, la oferta y la demanda, el crédito abusivo, la alegría algo forzada y el deseo irreprimible de hacer felices a nuestros niños.
Para eso trabajamos 12 horas diarias, pasamos un par de horas diarias en los transportes o en los atascos, e intentamos pasarle por encima a cualquiera con tal de beneficiar de una promoción o un aumento. No. Esta nota no va de adoración a Cristo, en su versión infantil del niño Jesús, María, José, el pesebre y toda la fábula promocionada durante dos mil años.
Es época de Navidad, decimos, porque el gobierno, comenzando por la primera mandataria, inició un festival de anuncios. Una línea de Metro por aquí (Santiago), otra línea de Metro por allá (Concepción), un teleférico en el norte (Iquique), y media docena de otros regalos que, como muchas otras cosas, se quedarán en el cajón de los proyectos abortados, o postergados, hasta nuevo aviso.
Si tocamos el tema del transporte público es porque la propia presidente señaló que es uno de cinco temas prioritarios para el país.Que Michelle Bachelet lo diga siete años después del lanzamiento del Transantiago en el curso de su primer mandato, no deja de tener salero.
En un momento en que la construcción de las líneas 3 y 6 del Metro de Santiago está empantanada en medio de oscuras maniobras tendientes a favorecer a unos perjudicando a otros (y sobre todo a los trabajadores), en que la explotación de las líneas existentes está sometida al albur de averías evitables, en que Transantiago a la agonía –después de tantos “arreglos”– no termina de morir sin ofrecer señales de mejoría, y en que –hay que decirlo– el propio Ministerio  de Transportes no logra gastarse la plata de sus presupuestos por falta de capacidad técnica, por insuficiencias de gestión, por incompetencia de sus autoridades, por ambigüedad institucional, por amarres que protegen los intereses de tal o cual empresa erigida en proveedora sagrada, o por lo que sea.
Anuncio pues, a falta de algo mejor. Una suerte de mala copia del Paraíso prometido por las religiones para después, con el fin de hacernos aceptar el valle de lágrimas en que nos tocó vivir ahora. Anuncios.
Georges Clemenceau, ese gran político francés de la primera mitad del siglo pasado, dijo una vez:“Se reconoce un discurso de Jean Jaurès (socialista) en que todos los verbos están conjugados en tiempo futuro…”
Y agregaba: “Ud. (Sr. Jaurès) tiene el poder mágico de evocar, con su varita mágica, palacios de ensueño… (pero) sus palacios de ensueño se desvanecerán apenas se pongan en contacto con la realidad”.
Salud, Educación, institucionalidad, justicia tributaria, Chile país desarrollado (sic), otros tantos “palacios de ensueño”, otras tantas calabazas transformadas en carruaje de princesa que se esfuman en cuanto dan las 12:00 de la noche, o sea apenas se ponen en contacto con la realidad.


Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesor Tributario Previsional
Presidente Nacional
Presidente Agrupación Santiago
Agrupación Nacional de Ex Soldados Conscriptos
del Servicio Militar Obligatorio (SMO) período 1973-1990
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com

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