EX CONSCRIPTOS SE MUESTRAN DISPUESTOS A PROTESTAR EN LAS CALLES

ACUERDO TRAS REUNIÓN DE CASI DOS MIL ASOCIADOS EN NACIMIENTO Durante la mañana y el mediodía de ayer, la calle Villa Alegre de la comuna de Nacimiento -además de las arterias aledañas a la Escuela Oscar Guerrero Quinsac-, estuvieron plagadas de automóviles y buses estacionados. Los móviles se encontraban a la espera de los casi dos mil ex conscriptos pertenecientes a la Asociación Nacional de Reservistas Patrióticos de Chile (Repach), quienes llegaron provenientes de localidades de la quinta a la novena región para participar de un importante encuentro efectuado en el gimnasio del establecimiento educacional. En la masiva asamblea, los asistentes se informaron sobre las últimas gestiones que lleva adelante la agrupación, que a nivel nacional registra más de 50 mil inscritos. Fue un encuentro con arengas apasionadas a cargo de algunos de los dirigentes nacionales y provinciales del movimiento, formado hace dos años con el propósito de lograr indemnizaciones del Estado por los múltiples daños previsionales y morales producidos a ex conscriptos, que debieron cumplir con su servicio militar obligatorio entre los años 1972 y 1990. Sin embargo, el acuerdo más relevante estuvo centrado en la disposición de la concurrida asamblea para salir prontamente a las calles, e iniciar movilizaciones y protestas que llamen la atención de las autoridades. De hecho, el presidente provincial y miembro de la directiva nacional de Repach, Juan Díaz, dejó en claro que las manifestaciones públicas son “inevitables”, tras los escasos resultados derivados de las negociaciones de más de un año con el Gobierno. La decisión definitiva se adoptará en una asamblea nacional que tendrá lugar el próximo domingo 10 de agosto en la región metropolitana. APASIONADO ENCUENTRO A la reunión de Repach desarrollada en Nacimiento se esperaba la concurrencia de todos los parlamentarios de la zona, y otros invitados especialmente para la ocasión. Sin embargo, sólo llegó el diputado de la UDI Juan Lobos. Junto a él estuvieron el alcalde de Santa Bárbara, Daniel Iraira, y el edil dueño de casa, Gerardo Montes. Las autoridades entregaron su pleno respaldo a los ex conscriptos, asegurando que comprendían la legitimidad de sus demandas indemnizatorias. Sin embargo, los discursos más apasionados y encendidos corrieron por cuenta de miembros de la directiva nacional de la agrupación, quienes “sin pelos en le lengua” detallaron las diversas consecuencias acarreadas por los años de sufrimiento en un régimen militar que no eligieron. Además, expusieron el trabajo realizado hasta la fecha ante autoridades parlamentarias y de Gobierno. Sin embargo, subrayaron que a pesar de existir reconocimiento por parte de los mencionados personeros, a la fecha aún no consigan soluciones concretas para sus demandas. “Hoy, no hay duda y nadie puede decir que la deuda con los ex conscriptos no existe”, recalcaron. Al momento de su intervención, el dirigente Ricardo Insunza manifestó que “no hay voluntad política del Gobierno para abordar el problema. Nos han tramitado de un lado a otro”. En tanto, Juan Díaz explicó que las decisiones van por el lado de cambiar de actitud, debido a que el camino del diálogo no ha rendido los frutos esperados. “Las manifestaciones públicas serán inevitables”, reiteró. El dirigente de Repach recordó que desde un comienzo se mostraron dispuestos a negociar con el Gobierno, aunque antes “éramos 21, pero ahora somos casi 3 mil en la provincia, y 10 mil en la región”. Destacó que actualmente mantienen representación desde Arica a Puerto Natales, contando con el 80 por ciento del país organizado. Desde esa perspectiva, las ya inexorables manifestaciones anunciadas para la calle prometen provocar reacciones concretas en las autoridades de Gobierno. DAÑOS EN EL TIEMPO Dentro del encuentro en Nacimiento, los dirigentes nacionales de Repach mencionaron parte de los graves daños provocados a los ex conscriptos, que cumplieron con el servicio militar impuesto por el Estado. Entre otras problemáticas, se apuntó a las consecuencias psiquiátricas de muchos de ellos, con estados de alteración o euforia repentina que se han hecho patentes en el tiempo. Además, se enfatizó que muchos quedaron imposibilitados de ejercer diversas actividades laborales, debido a los múltiples problemas físicos generados por el trato recibido. Incluso, muchos debieron asumir un estado de invalidez que los despojó de cualquier clase de desarrollo personal. Los dirigentes añadieron que el sufrimiento no corresponde sólo a los 50 mil asociados de todo el país, sino que además involucra a sus respectivas familias.

Publicado por: DIARIO LA TRIBUNA, Los Angeles - Lunes 04 de Agosto del 2008