viernes, 8 de agosto de 2014

¿ METIDA DE PATA O SEDICIÓN ?


Xux... primero Ricardo Lagos... y ahora el joven Cuevas...
Meter la nariz en asuntos ajenos no le juega malas pasadas sólo a los EEUU
metida de pata
Presidente de la juventud UDI bebe de su propio ajenjo
“Nosotros podemos y debemos intervenir en el exterior… usted señor extranjero no lo haga acá en Chile, porque eso es sedición y lo encarcelaremos”. Esa pareciera ser la máxima que gusta aplicar la derecha chilena en asuntos diplomáticos y políticos.
escribe Arturo Alejandro Muñoz
La soberbia es la madre superiora en el convento de las equivocaciones… así como el clasismo resulta ser el prior en el monasterio de los prepotentes. Además, ambos elementos vienen a constituir el prolegómeno (conjunto de acciones o de acontecimientos que suceden justo antes de que ocurra algo) del fracaso en asuntos políticos. Si Felipe Cuevas, bisoño (nuevo, inexperto) presidente de las juventudes UDI, no lo sabía, ya lo ha aprendido; de ello no hay duda.
Inmiscuirse en asuntos que son propios de la política interna de otras naciones, e ir personalmente a territorio ajeno para meterse en las patas de los caballos, sólo puede tener un nombre: estupidez, aunque con varios apellidos: clasismo, prepotencia, fanatismo, yanaconismo (servidumbre), estulticia (necedad o tontería), etc.
¿Cuántas veces, señor Felipe Cuevas, los dirigentes de las tiendas partidistas de la derecha vociferaron indignados porque tal o cual mandatario extranjero, o tal o cual prensa foránea (de otro lugar), o sacerdote, o cantante, o actor de cine, en fin, criticó ácidamente al gobierno de la dictadura militar? ¿No lo sabía? ¿Tan joven es usted… o tan desinformado?
Agregue a ello la zalagarda que armaron los dirigentes de la UDI (y de RN) cuando las autoridades inglesas detuvieron a Pinochet en Londres respondiendo a una solicitud judicial expedida por el magistrado español Baltasar Garzón. Hubo incluso afiebrados fundamentalistas que proponían llevar a cabo un plan de rescate del dictador desde la London Clinic, al estilo “operación Entebbe” realizada por el ejército de Israel hace ya un montón de años (1976). “Ningún país, institución ni persona extranjera puede ni debe meterse en los asuntos internos de Chile”, era la frase más escuchada y reiterada en esos meses.
Lo mismo argumentaron algunos dirigentes del sector opuesto, como el entonces canciller José Miguel Insulza y el mismísimo presidente de la república, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, lo que en esencia –sobre esa materia- representaba el pensamiento de los partidos a los cuales pertenecían. 

Pero, al parecer, nuestros políticos son muy querendones de hacer piel aquella frase popular que señala: “predicar moral con la bragueta (jareta o marrueco) abierta”, aunque por estos rumbos campesinos, donde vivo, el refrán se explicita con palabras más pícaras. Y digo lo anterior porque mantengo fresco recuerdo de episodios llevados adelante por 'autoridades' de tiendas partidistas del duopolio, en relación a Venezuela. ¿Habrá que refrescarles la memoria?
Comisiones de parlamentarios chilenos (no oficiales ni invitadas) que se armaron en un dos por tres a objeto de viajar a Caracas para “observar y cautelar” el proceso electoral presidencial que se llevaba a cabo en ese país”; participación de un ex presidente de la república de Chile (Ricardo Lagos Escobar) en un seminario organizado por un sector del empresariado venezolano, pero orquestado por la oposición interna y externa al gobierno de Venezuela, actividad que fue considerada una injerencia en cuestiones internas de ese país, y además con podridos aires sediciosos.
Imposible olvidar la metida de pies de ese mismo personaje, Lagos Escobar, durante su mandato presidencial, cuando con inusitado apresuramiento ‘reconoció oficialmente’ al aspirante a dictador Pedro Carmona, alias “Carmona el breve”, en su fallido intento de golpe de estado contra el gobierno constitucional y democrático de Hugo Chávez.
La vergüenza sufrida por Chile todavía se mantiene en varios círculos diplomáticos internacionales.
Los gobiernos chilenos (los del duopolio Alianza-Concertación) han perdido todo recato cuando se refieren al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, tanto en la época del comandante Hugo Chávez como ahora, en la presidencia de Nicolás Maduro.
Incluso –y me refiero explícitamente a la dirigencia concertacionista en este caso- abrieron puertas, extendieron alfombra roja y movieron su prensa escrita y televisiva, para dar amplia cobertura a la visita (¿oficial?) de quien era líder de la oposición venezolana al gobierno bolivariano, el señor Henrique Capriles, un político financiado y apoyado desde el extranjero (en este caso, tales arrestos económicos y sediciosos provenían de la Casa Blanca, en Washington D.C.) para desestibar la administración y gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
¿A qué vino específicamente Henrique Capriles a Chile? A buscar apoyo… ¿qué tipo de apoyo? El necesario para derribar por la fuerza del dinero, las asonadas (tumulto, motín o disturbio) y el caos, al gobierno llanero. ¿Y eso –señores del PDC, del PPD, de la UDI y de RN– no es sedición, no es acaso inmiscuirse de lleno en un asunto que no les compete?
Seguramente, algunos dirigentes de la sociedad duopólica responderán, con aires de académicos, que sí les compete la salud de Latinoamérica; pero, ello sería otra mentira que habríamos de agregar al océano de falacias (engaño, mentira) y traiciones que esa asociación ha cometido desde su nacimiento.
Los hechos fríos y duros señalan con cáustica (crítico, irónico, agudo, malintencionado) certeza que los gobiernos chilenos, desde la dictadura militar hasta este segundo mandato de Michelle Bachelet, en las cuestiones referidas a América latina, responden preferentemente a las ‘sugerencias’ emanadas desde los EEUU de Norteamérica, optando de manera ostensible por aislarse, separarse, de las naciones hermanas que componen organizaciones supranacionales propias.
Por lo tanto, jamás ha interesado a nuestros gobiernos aliancistas-concertacionistas el devenir de los países del subcontinente, salvo en aquellas ocasiones que el imperio del norte ‘aconseja’ actuar de tal o cual manera frente a ellos.
Entonces, joven Felipe Cuevas, ¿usted viajó a Venezuela como un simple turista, o fue en calidad de presidente de la juventud de la UDI, tienda partidista que nunca ha escondido su apoyo a la oposición derechista de esa república para derrocar al gobierno de Hugo Chávez, ayer, y de Nicolás Maduro, hoy?
Por ello, señor Cuevas, si conocidos dirigentes principales de la derecha (Novoa, Chadwick, Coloma, Melero) impetraban (solicitar o rogar) a voz en cuello “respeto por la soberanía chilena y sus instituciones” cuando los extranjeros criticaban al gobierno dictatorial (los que no intervenían en el país, sino sólo expresaban juicios y opiniones), hoy, ante la torpe actuación suya entrevistándose con una reconocida sediciosa caraqueña, y luego opinando públicamente sobre materias internas de ese país, seguramente los dirigentes mencionados le tendrán preparado más de un raspacachos.
¿No? ¿Nada de nada, ni siquiera un llamado de atención? Entonces, joven Cuevas, queda claro que su tienda partidista continúa estando conformada por un grupo de sediciosos, golpistas y, peor aún, yanaconas de los intereses económicos y territoriales de un país ubicado al norte de nuestro continente.
Por tanto, señor Cuevas, su detención no obedecería a que haya incurrido usted en falta respecto de asuntos menores, sino más bien lo habría hecho, gravemente, en cuestiones de enorme relevancia para la soberanía de una nación hermana.



Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesor Tributario Previsional
Presidente Nacional
Presidente Agrupación Santiago
Agrupación Nacional de Ex Soldados Conscriptos
del Servicio Militar Obligatorio (SMO) período 1973-1990
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com

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