Desde que la dictadura fue "generosa" con Ponce Leroux, SQM se ha construido un prontuario de película. Trapacerías y delitos financieros, persecución a dirigentes sindicales, arbitrariedades laborales... Las autoridades locales se dan por no enteradas, y ni siquiera una denuncia ante la OIT en Ginebra obtuvo un poco de atención. ¿Qué justifica este comportamiento de invasor en territorio ocupado? Nelson Pérez, presidente de la Federación 3 de SQM, alza la voz una vez más. Los trabajadores de SQM necesitan, exigen, solidaridad. Y un Estado de Derecho.
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SQM sigue haciendo lo que quiereEscribe Nelson Pérez - Presidente Federación 3 de SQM
Desde hace mucho tiempo que la mayoría de los socios del actual sindicato del salar de Atacama no está conforme con el actuar de sus dirigentes, y lucha para organizar un nuevo sindicato que los represente y les defienda como corresponde ante el empresario que los explota día a día.
Sin embargo el peor enemigo de los trabajadores son los dirigentes amarillos, que se encargan de que nadie les quite su trono. En complicidad con el superintendente de faena, cuyo aspecto, personalidad y hasta el físico lo asemejan a un oficial nazi de la segunda guerra.
Su manera de proceder y de hablarle a sus subordinados es la del encargado de exterminar a todo el que se atreva a no obedecer sus órdenes, o intentar hacer algo diferente a lo que él se propone.
La labor de un dirigente sindical es velar por el bienestar y defensa de los trabajadores, pero tal parecer que la historia en estos parajes se quedó estancada en los años del golpe militar: son los dirigentes sindicales amarillos los que se encargan de investigar y estar atentos al comportamiento de sus compañeros, para enseguida ir donde el obersturmführer a acusar al trabajador que busca cambiar las cosas en favor de mejores condiciones de trabajo.
El führer enseguida da la orden de “desvincular” al osado luchador que se va despedido en virtud del artículo 161 del Código del Trabajo (el de la dictadura, aún en vigor): por necesidad de la empresa. Al día siguiente ya es reemplazado por otro trabajador, así de simple.
Estos son los famosos sindicatos amarillos que confabulados con la empresa son capaces de hacer y deshacer con tal de no perder los “beneficios” que les otorga el führer.
Junto a estos dirigentes se arma una red de soplones en todas las faenas, de tal manera –como decía alguien por allí– que “no se mueve una hoja, si no soy yo quien la mueve”. Es tan descarada la protección de la empresa hacia sus esbirros que en más de una ocasión se les ha visto entrar a las faenas en estado de ebriedad. Estado verificado con un alcohotest que ha probado su embriaguez. Sin embargo el führer les permite continuar trabajando, y cancela a los paramédicos que cumplieron con su trabajo denunciando al ebrio.
Junto al paramédico se va también “desvinculada” la jefe de turno de ese momento, por hacer cosas no permitidas en su libreto, o sea cumplir con su honrado trabajo. A los esbirros se les ha sorprendido durmiendo en sus puestos de trabajo, para no hablar de los condoros que se mandan en sus labores. Pero a ellos no se les toca, tienen chipe libre para todo. Como un soplón cualquiera.
El miedo se ha instalado en las faenas de SQM Salar, tanto en la planta de Salar de Atacama, como en la del Salar del Carmen, donde estos amarillos tienen el poder de provocar el despido de cualquier trabajador, con solo mover un dedo. Los trabajadores están obligados a someterse y acatar.
En el mes de Diciembre del año pasado, se le consiguió fuero sindical a dos trabajadores en la faena del Salar de Atacama, para que pudiesen trabajar en la organización del nuevo sindicato. Sin embargo el obersturmführer los canceló a fines de Diciembre, pasándose las leyes laborales por salva sea la parte.
Los trabajadores mencionados tenían protección sindical, por lo que se apeló la decisión de despido. A mediados de Enero del presente año, la fiscalizadora de la inspección del trabajo de Calama subió a faena a solicitarle a la empresa el reintegro de ambos compañeros. La empresa se limitó a decir que “no estaba ni ahí”, e hizo salir a la fiscalizadora del recinto.
Se realizaron diligencias en Santiago, y se logró conseguir una orden del juzgado del trabajo de la ciudad de Calama, para que la empresa acatara la orden de reintegro. Sin embargo la respuesta por parte de la empresa fue la misma. Junto a la orden de reintegro iba una orden de arresto para el führer por si no acataba la orden una vez más. Al no tener otra opción, tuvo que reintegrar a los dos trabajadores dirigentes a sus labores.
Pero en represalia (método muy nazi…) empezó a despedir a los trabajadores del área de estos dos dirigentes. Nos preguntamos de qué servirán las reformas a la legislación laboral, que pronto serán discutidas en el parlamento, si el empresario no está ni ahí con cumplirlas. Por eso damos a conocer todas estas agresiones: para que se respeten de una vez por todas las leyes que rigen y protegen al trabajador chileno.
La lucha siguió. Nuestros compañeros dirigentes lograron conseguir postulantes a la labor de dirigentes del otro sindicato. Ya se había hecho el trámite en la inspección y conseguido fecha para el día de la votación que estructura el nuevo sindicato. Sin embargo, en estos días, el führer se informó de los trabajadores que postulan, y pasó lo mismo que viene ocurriendo desde hace años: los trabajadores Manuel Tejerina y Pedro Coca que pretendían cambiar el mundo de sus compañeros sometidos, fueron brutalmente despedidos.
Queremos hacer saber al país y a los otros dirigentes de esta larga faja de tierra, que tenemos que hacer algo, no podemos seguir permitiendo que estas prácticas anti-sindicales sigan sucediendo en democracia. Nuestros parlamentarios no pueden seguir escondiendo su cabeza como la avestruz sin hacer nada. Necesitamos que el sindicalismo se fortalezca en el país, pero así –en la indefensión– no se puede.
SQM ya casi terminó con los sindicatos de planta del Salar de Atacama, donde los dos sindicatos sólo cuentan como socios a sus dirigentes, ya que sus socios fueron forzados a migrar al sindicato amarillo de Salar de Atacama. Quien no obedeció, fue inmediatamente despedido.
Sin embargo estos seis dirigentes seguimos dando la pelea contra todas estas injusticias que el sistema le permite al empresariado, al punto que nos preguntamos si aún existe un Estado de Derecho.
En la ciudad de Iquique también nos encontramos luchando para reintegrar a su trabajo a nuestro vicepresidente de la Federación No 3, quien también fuera despedido de la faena SQM en Nueva Victoria. A pesar de la protección de su fuero sindical, igual lograron expulsarlo de su trabajo.
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Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesor Tributario Previsional
Presidente Nacional Corporación para la
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com
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