Una forma de esconder la pelota consiste en auto asignarse cualidades que no se tienen. Así, el pinochetismo se llena la boca hablando de democracia, algunos socioslistos de justicia social y, como es sabido, el gobierno de probidad. Arturo A. Muñoz formula las preguntas que molestan... |
¿De qué democracia me hablan?Arturo Alejandro Muñoz
Al momento de hablar públicamente respecto de la democracia, tema que les molesta sobremanera, derechistas, empresarios y ex concertas, evitan poner a las naciones de Europa occidental como ejemplo, ya que en estos últimos años la cosa no ha andado muy bien por esos lares.
Las crisis experimentadas por España, Portugal, Italia y Grecia le han restado credibilidad al sistema neoliberal. Ergo, sin muchas alternativas, son locuaces hablando de las maravillas del modelo chilensis, de su capacidad para generar nuevos negocios como las AFP, las ISAPRES, la Educación y otros de tan mala estirpe aquellos, y de la ‘democracia’ que admiten en nuestro país.
Democracia… ¿cuál democracia? ¿La encabezada por Pericles en el siglo quinto antes de nuestra era, o la impuesta por Guzmán Errázuriz a un lote de generales y coroneles gaznápiros y ‘agorilados’?
¿Libertad de prensa? Acá en Pelotillehue el 90% de los diarios le pertenecen a dos grandes consorcios: EMOL y COPESA, primos hermanos en lo económico y socios en lo político. Si le echamos un ojo a la televisión abierta, constatamos que todos los canales están mecidos por la misma mano… de derecha, obviamente. Una misma línea editorial para todos ellos. Una misma forma de prospección informativa. Una misma política periodística y un mismo objetivo principal: preservar el statu quo que mantiene a la sociedad chilena engrillada al interés económico de nueve o diez poderosas familias.
En materia netamente política, los parlamentarios saben que la ciudadanía les realizó el pesaje moral, y por ende son conscientes de cuánto les desdeña el electorado. Sin embargo, a pesar de ello (o debido a ello), no pocos diputados y senadores se sientan en la opinión pública y aumentan su ‘caradurismo’ a niveles cósmicos.
PENTA, CAVAL, SQM, Cascada, etc., resultan ser simples tropiezos para esos caballeretes. Ni la Fiscalía, ni la tibia prensa, y ni siquiera las asambleas de sus propias tiendas partidistas les preocupan o conmueven.
Dueños del cinismo y la hipocresía, empequeñecen a personajes como Tartufo e insuflan aires de injusta grandeza a las instituciones en las que posan sus humanidades y cobran sus dietas. Disparan a la bandada y gustan de pontificar sobre asuntos en los que están al debe en cuanto a justicia y moral.
No obstante, lo que de verdad es principal en estos entuertos de corruptelas y avivadas (donde la empresa privada es personaje fundamental y no simple actor de reparto), pasa colado y se hace invisible al ojo público.
Delicadas cuestiones las anteriores, claro que sí. Pero, el gobierno tampoco resulta de alguna ayuda al respecto. Si alguien lo duda, le recomiendo la lectura del informe del “Cnsejo Anticorrupción sobre Probidad y Conflictos de Interés”, más conocido como “Informe Engel”.
Así el incrédulo podrá percatarse que esas 216 páginas mencionan la ley Reservada del Cobre y su mayoritaria desnacionalización, pero de las AFP y las distorsiones que inducen en la política y la economía’, así como del FUT, clave en la concentración del ingreso y la evasión de impuestos por unos US$100.000 millones desde su implantación en 1985, y del fraude CASEN que nació en 1986 para ocultar esa creciente concentración, nada se dice.
Utilizando un mal ejemplo, podemos afirmar que en estas cuestiones de corrupción el gobierno salió –armas en ristre– a escalar el monte para cazar al lobo… pero terminó disparándole a liebres y cuculíes.
La sonajera de balas satisfizo al ‘respetable’, que sigue creyendo (por cuánto tiempo, eso no se sabe) que las autoridades ‘han hecho la pega’ y que ya no habrá más bestias merodeadoras.
Por cierto, la prensa ayuda (al gobierno y a los predadores, claro está) destacando con letras de molde el cacareo desaforado dentro del gallinero, aunque a la hora del recuento no se halle siquiera un mísero huevo. Lo dijo Mark Twain, “es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada”.
Y nos quedamos sin respuesta ante la pregunta que abrió esta nota. ¿A cuál democracia optan la derecha, el mega empresariado y la Nueva Mayoría?
De la derecha ya sabemos… La manifiesta y la pone en práctica desde hace décadas, comenzando con la asociación que protocolizó en 1970 junto a la CIA, pasando por el apoyo irrestricto a la dictadura y aglutinando fuerzas hoy para una última defensa de la Constitución de 1980, aquella impuesta por bayonetas y ‘pau de arará’.
En relación a la Nueva Mayoría, tal vez disipemos la duda releyendo lo que salió de labios de ese insigne ex ministro de varios gobiernos, Andrés Zaldívar, que sobre lo consultado no tuvo empacho en afirmar: “es riesgoso llegar a tener un ‘gobierno de la muchedumbre’ tras la crisis (…) en Chile puede pasar y tenemos que cuidarnos” (sic).
“¿CuidarNOS?”, ¿Se refiere a ‘ellos’… los parlamentarios actuales?... Es lo más probable, ya que como guinda de la torta, en cuanto a una Asamblea Constituyente, confesó: “Personalmente soy claro, el poder constituyente está en el Parlamento y no está en una Asamblea Constituyente, ahora si el Parlamento por la mayoría que corresponde de acuerdo a la Constitución el día de mañana decide que puede haber una constituyente, tendrá que ser el Parlamento el que delegue sus facultades”.
Se pasa de listo este muchacho, pues sabe que en el actual Parlamento no hay votos para aprobar un harakiri. Pero de refilón deja entrever que para él (y para decenas de ‘honorables’ que piensan como él), la soberanía misma y el poder constituyente no deben estar radicados en el pueblo, sino en ellos, los lindos.
Queda demostrado además con la reciente negativa del PDC y del PS para legislar a favor de la elección directa de intendentes. Para ambas tiendas eso sería un exceso de democracia.
Echándole un duraznito más a este ponche, respecto del tipo de democracia al que optan muchos parlamentarios y dirigentes de la centroderecha llamada hoy Nueva Mayoría, es oportuno recordar lo que dijo el ‘sociolisto’ senador Juan Pablo Letelier sobre las funcionarias públicas embarazadas y a su fuero maternal: “una situación evidente y vergonzosa que es en el fondo un saqueo a los recursos públicos, porque es una jugarreta para que el Estado les esté pagando sueldos cuando ya no trabajan, que les esté pagando pre y post natal porque se embarazan a última hora” (resic). ¿Qué tal?
Este ‘modelito’ de renovado socialismo socialdemócrata, que pinta para fascismo de los años 40, habla de saqueo y frescura con conocimiento personal de causa, ya que él mismo lleva más de 24 años adherido a la teta del Estado… Claro que nunca se ha embarazado.
¿Querrá Juan Pablo Letelier que las parlamentarias, en caso de embarazo, tampoco cobren su dieta durante el fuero maternal? Sería bueno que esa idea la presentase en sala. Pero no osará jamás: porque al igual que muchos de sus colegas puede ser fresco y demagogo, traidor a sus raíces y mentiroso al cubo, pero no huevón.
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Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesorías Tributarias Previsionales
Presidente Nacional Corporación para la
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com
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