UNA DE CIENCIA FICCIÓN

Cada Lira Popular de Jorge Lillo podría constituir la "línea editorial" de POLITIKA. O bien un manifiesto por la libertad, o un panfleto en defensa de la inteligencia. Esta no es la excepción, más bien una cumbre...

La población La Victoria vista por Bachelet...

UNA DE CIENCIA FICCIÓN: DONDE SE CUENTA CÓMO SERÁ LA VIDA DEL FUTURO EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, MIENTRAS LA GENTE SE EMPEÑA, MAJADERAMENTE, EN VIVIR –Y MORIR– EN EL FUNESTO PRESENTE. I Vino la Cuenta al País, –aunque el país se da cuenta– sin mencionar lo de Penta y menos, a Soquimich. Todo el mundo está feliz: opinan los Imputados sin ponerse colorados, y también los Cenadores de los distintos colores, que ya se sienten salvados. II Se supone que una Cuenta es mostrar lo que se hizo; no ofrecer el Paraíso para el año dos mil cuarenta. En fin, pues, sIgue a la venta el maná que nunca llega; dicen que habrá mucha pega en un próximo futuro; mas la vida tiene apuro mientras la parca nos siega. III Habrá que criopreservarse, ponerse en hibernación, para cuando esta nación esté lista pa’ habitarse. Nadie vaya a jubilarse; no se le ocurra enfermar ni endeudarse pa’ estudiar, porque de aquí a veinte años podría no ser extraño que llegue la gratuidad. IV Aplauden, los caraduras, la ley de Ricarte Soto, y ponen para la foto sus altas investiduras. Fue el pueblo, sin imposturas, que impuso la iniciativa en defensa de la vida, sin pasar falsas boletas ni cobrar, a la maleta, la coima de cada día. V Como en Sábados Gigantes pa’ que aplaudiera la barra, se nombró a Violeta Parra y a Víctor Jara, el cantante. Quedó de modo flagrante descubierto aquel motete que al modo de los sainetes tapan el furcio actoral, porque anhelan, sin dudar,  “Volver a los diecisiete”. VI En las puertas del Congreso, –sin que fuera dispersado–, un corito contratado gritaba como poseso al momento del egreso: “¡Pre-si-den-ta Ba-che-let, es-te gri-to es pa-ra usté!”; sin entender ese lema, parecían las del Cema gritando por Pinochet. VII Y ¡listo!, sería todo: ya viene el fútbol, señores, llegaron los jugadores, y se logró el acomodo. Con la roja codo a codo, pasan colados los juicios y al borde del precipicio se salvaron por un pelo. El fútbol levanta el velo con que se olvida el perjuicio. VIII Vuelve la vida a su cauce gracias a la pelotita, y con el fútbol se agita devorada entre sus fauces. Rogando que el tiempo avance y comiencen los encuentros, elegantes y piojentos soñaremos con la roja; y aunque la mesa esté coja, hay cerveza pa’l sediento

Juan Fernando Mellado Galaz

Ex Conscripto 1973

Escuela de Telecomunicaciones

Ingeniero en Administración de Empresas

Asesorías Tributarias Previsionales

Presidente Nacional Corporación para la
Integración de los Derechos Humanos 
del Servicio Militar Obligatorio

Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com