¿Cuál es el mejor CV para ministro? Esa es la pregunta del millón, y Arturo A. Muñoz conoce la respuesta. Por eso es candidato -en serio- para formar parte del nuevo gabinete... Sabrosón... |
¿Nuevo gabinete? ¡Aquí estoy!
Medio en broma y nada en serio, un llamado de atención a la Madame…
Arturo Alejandro Muñoz
Decidí emular a Shakespeare y su “Sueños de una noche de verano”. Aprovechando la información que anuncia un cambio de gabinete –misiá Michelle habría solicitado la renuncia de todos sus ministros y ministras– creo que ha llegado, ¡por fin!, mi hora.
A menos que sea sólo lo que dijo William: un sueño. Sin embargo tengo confianza en mis capacidades, y más aún en mis habilidades extra programáticas. Por eso, amigos queridos, les informo que estoy ofreciendo mis eminentes servicios a este gobierno socialdemócrata: en una de esas logro regresarlo a sus veleidades anti dictatoriales y democráticas, para no hablar de su ya enterrado y muy olvidado cuño allendista.
Ofrezco mis servicios para cualquier ministerio que no exija conocimientos de ingeniería. En otras palabras, para cualquier cargo en el que la raíz cuadrada no sea condición sine qua non para ejercerlo. Sin embargo, le aviso a la Presi que dispongo de una muy buena calculadora científica, así que tampoco le hago el quite a esa posibilidad.
Total… si el comediante Eyzaguirre estuvo en Educación, ¿por qué no podría yo estar en Hacienda? Y si el tragediante Arenas estuvo en Hacienda… ¿por qué no podría yo estar en Educación?
Mal que mal, me sé de memoria los precios de las verduras, las frutas, la pulpa de cerdo (entera o fileteada), del balón de gas licuado de 15 kilos, del precio de la libra de cobre, la pechuga de pollo deshuesada, el kilo de reineta… y lo que me pregunten de la feria, el súper o la Bolsa.
La Doña puede estar segura, cien por ciento, de que nunca he pedido dinero a trogloditas como el FMI, Ponce Lerou, o SQM, y ni siquiera sé dónde cresta están ubicadas sus oficinas. Respecto de CAVAL o de inmobiliarias, la Presidenta tampoco tendría que preocuparse, pues, con suerte (o “con cueva” como decimos en el campo), mi pensión me alcanza ‘justo al pelo’ para solventar los gastos de una vida modesta y de mi sobria y vieja casa coltauquina estilo ‘lahiceyo’. Mi mujer, lo juro, no le ha pedido nada a Luksic.
Soy un convencido que nuestra Madame debe conformar gabinete con gente de la calle, o de la ‘lleca’ como dicen en Uruguay, porque nadie mejor que la gallá sabe dónde y cuánto le aprieta el zapato (sobre todo cuando caminan para evitar el Transantiago).
Que los pijos de siempre cierren el tarro: en esa prole de garumaje hay mucho profesional con experiencia larga e ideas sólidas. Claro, son proletas, ganan poco, están endeudados con un banco, una financiera o una caja de compensación, pero son deudas ‘sanas’ y no amarres esotéricos que dejan al país tamborileando en un cacho, como es el caso de tantos eméritos parlamentarios y ministros ‘renunciados’ por orden de la misiá.
Y de entrada, tengo varios ‘plus’ respecto de los carajetes recomendados por la Nueva Mayoría. Por ejemplo: nunca me exilié: di la pelea acá dentro, a cara descubierta, con las manos peladas y cero apoyo de los ‘europeos’ que vivían gozosa existencia en el viejo continente después de haber dejado “la mansaca” en Chile. Eso también es ventaja sobre los diplomados y doctorados “jarvardienses” que deben estar ofreciéndole a la Presidenta para que todo cambie a objeto que, a la postre, nada cambie.
Mi ventaja, Sra. Bachelet (¿o Dra. Bachelet? Ya me perdí…) , yo “soy de verdad” lo que en buen romance se entiende como “libre, solterito (políticamente, claro) y sin amarres de corruptela ninguna”… A menos que haber comprado una entrada al Estadio Monumental –ofrecida por revendedores protegidos por Baquedano y Ruiz Tagle– sea peor que adueñarse de SQM por cojones.
Para que no haya pataleos del Opus UDI pederasta-eclesiástico, informo –a quien pudiere interesar– de mi tendencia al ‘sanguche de potito” y a la empanada de ‘pequén’ que venden las venteras en las madrugadas de domingo a aquellos que como yo frecuentan los aledaños, populares y guachacas de la vieja Estación Mapocho, luego de una francachela nocturna pródiga en piscolas, papas fritas, aceitunas, chicas en el caño y humoristas lenguaraces.
Madame Bachelet (su apellido es franchute, ¿verdad?... gabacho les llamaba mi republicano abuelo, hijo de Castilla la Vieja) como puede ver soy su mejor opción.
Nunca he ido a Estados Unidos (gran plus, sin duda), lo que me deja libre de cualquier compromiso con esos racistas depredadores y, además (le aseguro), mi nombre mencionado en voz alta en Langley, o en la White House, le provoca lipiria tanto al negrito que las redes sociales llaman ‘Tío Tom’ como a sus asesores (halcones y/o palomas), lo que en realidad significa integrarse a la mayoría de naciones latinoamericanas que repugnan al imperio.
Ahí me inscribo.
Le advierto pues, que si usted, Madame Michelle, llegase a nombrarme ministro o subsecretario, corre el riesgo de ser sancionada por el Pentágono, la ONU y el FMI (lo que en realidad viene a ser como lo mismo), y al fin de su mandato tendrá que quedarse en el país sin posibilidad alguna de optar a cargos en organizaciones supranacionales, las que, como bien sabe, son administradas y financiadas por el imperio.
Por lo demás, no se inquiete, a los gringos déjemelos a mí. Me limpio el orto con ellos. No tengo ningún empacho en mandarlos de regreso al claustro materno, junto a un paquete de opus-udis, obispos buenos pa’l merecumbé, minas y minos derechistas faltos de sexo, empresarios adictos a la expoliación, sociolistos ladronzuelos y variopintos progresistas amantes del dinero dulce. Como claustro materno habría que reservar el de Hera, la Magna Mater, habida cuenta del gigantesco lote que juntaría.
Hablando de plata, no cobro caro: pido menos del 50% que palpa “Armani” Peinadillo ex Confech. Pero, le advierto, trabajaré en pos de una Asamblea Constituyente, que veo como única alternativa democrática y popular para sanar a Chile de la gran pringada que le dejaran la dictadura y sus sucesores concerto-aliancistas.
Liebe Michelle (o chère Michelle…), tómelo o déjelo… pero sea cual sea su decisión, aténgase a las consecuencias. Sin mí, su gobierno pinta pésimo... Conmigo no pintará mucho mejor, pero al menos respirará de buen talante para dibujar el país que la mayoría de los chilenos desean.
Algo es algo… Se trata, en buenas cuentas, de lo que carecen usted y su gobierno actual.
¿Hace falta que le envíe mi curriculum vitae? |
Juan Fernando Mellado Galaz
Ex Conscripto 1973
Escuela de Telecomunicaciones
Ingeniero en Administración de Empresas
Asesorías Tributarias Previsionales
Presidente Nacional Corporación para la
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Integración de los Derechos Humanos
del Servicio Militar Obligatorio
Email: agrupacion.exconscriptos.chile@gmail.com
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